Se hizo la vasectomía para que su pareja no se ligue las trompas
Miguel Paz estaba disfrutando de un show de stand up. En un momento del espectáculo, el humorista Gustavo Berger, más conocido como “Rubio Peronista”, empezó a contar su experiencia con la vasectomía. “Despertó mi interés, empecé a buscar información y me acerqué a un urólogo de confianza”, le cuenta el abogado de 34 años a LA GACETA. Miguel pertenece al pequeño grupo de varones que, tras cambiar su forma de concebir los cuidados reproductivos de una pareja, se hizo una vasectomía. “Fue una decisión personal tomada con mi compañera, mi esposa. Después de tener dos bebés decidimos no traer más hijos al mundo y nos parecía que no correspondía que ella se tuviese que someter a una intervención más (ligadura de trompas). Sabiendo que los anticonceptivos femeninos son una bomba de hormonas, y gracias a la toma de conciencia por el movimiento feminista, decidí hacer mi aporte”, explica. Su elección implicó que sus amigos le hicieran bromas y un rechazo inicial de su familia. “Siempre te preguntan: ‘¿y si te arrepentís?’”, dice. Miguel recuerda que mientras se hacía un electro cardiograma antes de la operación, el cardiólogo trató de convencerlo de que no se sometiese a la cirugía. “Me preguntaba por qué lo hacía y si estaba seguro de la decisión. Le contesté: ‘tranquilo, doctor, es una decisión personal’”. Más allá de las bromas, hubo amigos que le hicieron consultas en serio. “¿Duele?, ‘¿se te para?”, le preguntaban. Luego de haberse realizado la vasectomía en una clínica privada, Miguel definió la intervención quirúrgica como un “trámite”.
Vasectomías en Tucumán: “tenemos una sociedad más progresista”No quería ser padre y decidió hacerse la vasectomía a los 23 años
Siendo muy chico, Pablo Fernández (hoy de 31 años) decidió que no iba a tener hijos, una decisión que comparte que con María Ángel Polich (30), con quien mantiene una relación de 10 años. Como ellos, cada vez más jóvenes sin hijos se acercan a hospitales y clínicas a consultar por la vasectomía, le cuenta a LA GACETA Javier Semrik, médico especialista en urología del Centro de Salud. De hecho, Pablo recuerda que su relación con la vasectomía comenzó a los 23. “Fui a una consulta urológica por otro motivo, y aproveché para consultar porque habíamos tenido conversaciones al respecto. En ese momento no me la recomendaron, porque podía llegar a arrepentirme. Lo dejé esperar, pero la idea es hacerme la semana que viene los estudios pre quirúrgicos y de ahí avanzar a la operación lo antes posible”. Él trabaja como operador en Psicología Social y ella es estudiante de la licenciatura y el profesorado en Historia en la UNT. Cuentan que ambos disfrutan sus proyectos personales y no les seduce la idea de maternidad y paternidad. “Por el lugar que ocupamos socialmente hemos visto maternidades y paternidades arraigadas a la no elección, a que en cierto momento se ‘debe ser’ padre o madre. No creo que todos sigan los ‘pasos lógicos’, y eso me parece valioso, pero también es valioso la elección de no hacerlo”, explica Pablo. “Cuando me reciba quiero hacer un doctorado, y eso implica un traslado, un modelo de familia que no es muy compatible con un proyecto con hijos”, explica ella. Ambos enfatizan que valoran otros modos de vida que no necesariamente implican la crianza de hijos.
Preguntas y respuestas sobre la vasectomía